En los edificios residenciales con salas de calderas comunitarias, en invierno el calor llega a los hogares gracias a los radiadores de calefacción central, que son los encargados de trasladar el calor producido por la caldera hacia las viviendas.

Estos elementos del sistema de calefacción ya forman parte de la decoración de miles de hogares. Para que funcionen perfectamente, es conveniente realizar un purgado de los radiadores antes de que comience la temporada de calefacción.

¿Qué es purgar un radiador?

Durante los meses en los que los radiadores han permanecido inactivos es frecuente que se hayan realizado obras u otras actuaciones en la instalación de calefacción.

Para realizar estas actuaciones hay que vaciar el circuito de calefacción de agua y, al terminarlas, hay que realizar de nuevo el llenado correspondiente.

En este proceso de llenado de agua de la instalación, se crean bolsas de aire que van a parar a los radiadores de calefacción central.

Este aire se debe expulsar a través del purgado. Para ello,  basta con girar la válvula de purgado y esperar a que salga agua, momento que indica que el aire ha sido expulsado del todo.

Un buen truco para no ensuciar la habitación es situar una botella de plástico bajo la válvula para que el agua caiga dentro de ella. Si a la botella se le realiza un agujero de unos 10 mm de diámetro en la parte alta, cerca del cuello de la misma, se puede manipular la válvula con un destornillador mientras todo el líquido queda dentro del recipiente.

¿Cuándo purgar los radiadores de calefacción central?

Conviene realizar el purgado antes de que comience la temporada de calefacción. Y siempre debe realizarse con el radiador frío, ya que hacerlo en caliente puede provocar quemaduras.

No obstante, si aún con la caldera a pleno rendimiento el usuario nota que el radiador no calienta de forma adecuada, quizá el purgado no se haya realizado correctamente y haya que repetirlo.

Si se trata de radiadores que forman parte de instalaciones de calefacción central, es fundamental que aquellos usuarios que vayan a purgar los radiadores de sus hogares avisen al responsable de la instalación. De ese modo podrán informarse de si se ha producido el llenado de la instalación de calefacción o si esta permanece aún vacía, en cuyo caso sería inútil realizar el purgado por no haber agua en la instalación.

Y, si el llenado se ha producido, el responsable de la instalación estará sobre aviso y podrá velar para que, a pesar de los purgados, el nivel de presión del sistema de calefacción central se mantiene constante. De ese modo se evita  que se produzcan malos funcionamientos en el conjunto de la instalación.

¿Quién debe realizar la purga?

El propio usuario puede realizar el purgado del radiador. Sin embargo, si durante el purgado o después de él notase un funcionamiento anormal, o bien manchas de óxido o humedades en el radiador, ruidos extraños, etc., lo más conveniente es que contacte con un profesional para evitar un mayor deterioro del radiador.

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Un poco de historia…

Desde que comenzó a dominar el fuego, el ser humano ha utilizado este elemento de diferentes formas para calentarse y poder sobrevivir en las zonas más frías del planeta.

Pero fue en la Revolución Industrial, gracias a la invención de la máquina de vapor de  James Watt, cuando se origina la caldera tal y como hoy la conocemos.

Los principios de la invención de Whatts fueron utilizados para construir calderas donde se calentaban fluidos y estos se transportaban por tuberías para calentar viviendas y locales.

¿Sabías que…?

La expresión “estar en la gloria” tiene que ver con el sistema de calefacción. La gloria era un sistema de calefacción utilizado desde la Edad Media en Castilla, considerado de origen romano.

Se trataba de un elemento que funcionaba como caldera que solía instalarse en el exterior de la vivienda. El tiro a través del cual se transmitía el calor generado por ese sistema pasaba horizontalmente por debajo del suelo, de modo que este se calentaba. Cuando llegaba el frío y este sistema de calefacción se ponía en marcha, se decía que se “estaba en la gloria”.

¿Conoces Remica?

Grupo Remica nace en 1984 como empresa de instalación y mantenimiento de sistemas de calefacción, climatización y Agua Caliente Sanitaria. Desde sus inicios, Remica ha apostado por la innovación, siendo de las primeras empresas del sector en ofrecer a sus clientes un mantenimiento preventivo.

En 1998, y de forma pionera en España, Remica comienza a desarrollar su actividad como Empresa de Servicios Energéticos, incrementando su apuesta por la eficiencia energética y ofreciendo a sus clientes la gestión integral de sus instalaciones.

Remica Servicios Energéticos proporciona a sus clientes ahorros económicos y energéticos reales, disminuyendo el consumo de energía mediante la modernización y optimización de las instalaciones. Remica Servicios Energéticos es la primera ESE en España que garantiza a sus clientes los ahorros por contrato.

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