En las sociedades técnica y tecnológicamente más avanzadas, el consumo de energía es una cuestión fundamental. Sin embargo, este consumo es más elevado de lo que es necesario y esto supone un problema para varios países como España, que importa alrededor del 70 por ciento de la energía que consume. En este contexto, las empresas de servicios energéticos (ESEs) – también denominadas Gestores Energéticos o ESCOs (Energy Service Companies)- cumplen con una función fundamental ¡Descubre cuál en solo diez frases!
1. La misión social de las empresas de servicios energéticos es ahorrar energía
El objetivo de las ESEs es ahorrar energía, lo que genera un ahorro económico para los clientes (que gozan de las mismas prestaciones y confort) y una disminución de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Para lograrlo, las ESEs diseñan y ponen en marcha proyectos para lograr una gestión eficiente de la energía, comprometiéndose económicamente con los resultados.
2. Los beneficios de la ESE proceden de los ahorros energéticos obtenidos
Según figura en el art. 19. Real Decreto-ley 6/2010, la ESE se define como una “persona física o jurídica que proporciona servicios energéticos o de mejora de eficiencia energética en las instalaciones o locales de un usuario y afronta cierto grado de riesgo económico al hacerlo. Todo ello, siempre que el pago de los servicios prestados se base, ya sea en parte o totalmente, en la obtención de ahorros de energía por introducción de mejoras de la eficiencia energética y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos”.
3. La diferencia con una empresa de mantenimiento tradicional es que la ESE “asume riesgos”
La empresa de mantenimiento de las instalaciones productoras de energía de un edificio es la responsable de la seguridad y el buen funcionamiento de las mismas, es decir, que por ejemplo, los usuarios del edificio no se queden sin climatización.
Sin embargo, no es responsable del rendimiento de las mismas; no es responsable de que, para dar ese servicio de climatización, las instalaciones estén consumiendo más energía de lo que deberían.
Cuando la instalación no tiene gestión energética, el riesgo de que consuma más de lo que debe lo asumen los propietarios. En cambio, con una empresa encargada de la gestión energética, sería ésta quien asumiría el coste económico si hay un funcionamiento poco eficiente de las instalaciones.
4. Lo que no se mide no se puede mejorar
Tal y como explica la frase atribuida a Peter F. Drucker, “lo que no se mide no existe y, además, no se puede mejorar”. Es decir, que sin medir cómo es el consumo de energía, no es posible mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.
Conscientes de ello, las empresas de servicios energéticos son especialistas en monitorizar, medir y controlar el gasto energético y verificar el nivel de ahorro generado tras la puesta en marcha de cada proyecto.
5. Los ahorros conseguidos pueden ayudar a financiar el coste del proyecto
En aquellas actuaciones en las que es necesario realizar inversión, muchas veces los ahorros energéticos que se logran mediante la modernización y optimización de las instalaciones compensan la inversión realizada.
En nuestro caso, Remica Servicios Energéticos fue la primera ESE en España que comenzó a garantizar a sus clientes los ahorros por contrato.
6. Diagnóstico personalizado para todo tipo de clientes
Mejorar en eficiencia energética es una asignatura pendiente en todos los sectores: viviendas, edificios oficiales, empresas, industria…
Las empresas de servicios energéticos realizan un diagnóstico personalizado para cada cliente y sector, y proponen las medidas de ahorro y eficiencia energética que mejor se adapten a cada caso concreto.
7. Más facilidades para los clientes, que deben tratar con un único proveedor
El ámbito de actuación de las empresas de servicios energéticos es muy amplio ya que estas compañías están capacitadas para diseñar, financiar, instalar, poner en marcha y controlar un proyecto determinado.
Para ello, la ESE gestiona todas las relaciones con ingenierías, proveedores, instaladores…
8. Las instalaciones energéticamente eficientes aumentan su valor
Mejorar el ahorro, la eficiencia energética y la modernización de las instalaciones con ayuda de las ESEs tiene también otro efecto positivo: las instalaciones que han mejorado su eficiencia energética también ven aumentado su valor.
Así, por ejemplo, en la compra y alquiler de viviendas ya es obligatorio que figure la etiqueta energética del inmueble. Y, además, algunas entidades bancarias ofrecen hipotecas más ventajosas a aquellos usuarios que adquieran inmuebles energéticamente eficientes o aquellos en los que realizarán actuaciones de rehabilitación energética.
Algunas iniciativas, incluso, apuestan por normalizar que el nivel de eficiencia energética tenga un impacto en la concesión de financiación hipotecaria.
9. Las ESEs contribuyen a lograr los objetivos energéticos y ambientales de la UE
Los servicios ofrecidos por las empresas de servicios energéticos permiten obtener ahorros energéticos en grandes instalaciones consumidoras de energía que pueden alzanzar niveles de ahorro de entre el 25 y el 40%.
Estos ahorros contribuyen a los objetivos comunitarios, nacionales y autonómicos de ahorro energético y promoción de energías renovables.
10. Las ESE no son un fenómeno nuevo
En la década de los setenta, año en el que se produjo una crisis que incrementó los gastos energéticos, en Estados Unidos se comenzó a observar la importancia de apostar por medidas de ahorro y eficiencia.
Sin embargo, esta iniciativa no fue muy bien acogida por los grandes consumidores de energía, que la observaban con escepticismo. De ahí, que el modelo de las ESEs se base en asegurar y garantizar la obtención de ahorros energéticos, que en muchos casos compensan la inversión realizada.
Este modelo cobró más importancia en la década de los 90, cuando comenzaron a desarrollarse tecnologías de eficiencia energética que empezaron a aplicarse por parte de las ESEs en diversos proyectos relevantes.
A día de hoy, el modelo de negocio de las empresas de servicios energéticos está asentado a nivel internacional y goza de gran madurez en países como Alemania, Canadá o Estados Unidos.
Precisamente, en Estados Unidos, en el año 2008, las Empresas de Servicios Energéticos generaron una actividad de aproximadamente 6.000 millones de dólares, dando empleo a unas 60.000 personas.
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FUENTES: Fenercom, ANESE, Remica