Reciclar VS reutilizar, ¿qué es mejor? Dado que es sabido que cualquier producción de bienes conlleva un consumo energético (para su producción, transporte, etc.), y que además eso conlleva la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero, reciclar y reutilizar los bienes parece una buena solución.
Sin embargo, a pesar de que ambos conceptos parecen similares a priori, tienen sus diferencias en cuanto a cómo nos afectan y a la energía que necesitan para poder materializarse.
Las tres erres: reducir, reusar, reciclar
La regla de las tres erres (3R) es una propuesta sobre hábitos de consumo realizada por la organización ecologista Greenpeace que ha logrado una gran difusión y aceptación por varios sectores sociales. La regla de las tres erres se basa en tres conceptos: reducir, reutilizar y reciclar.
REDUCIR
Incluso antes de plantearse si es mejor reciclar VS reutilizar, la primera pregunta que debemos hacernos como consumidores es si es necesario comprar el producto que se está a punto de adquirir.
Desde la organización ecologista recomiendan reflexionar antes de comprar y primar los artículos sostenibles, cuya producción implique un bajo impacto ambiental, que sean reciclables y que contengan un mínimo embalaje.
Reducir también implica utilizar en nuestra vida diaria los menos recursos posibles, como agua o energía. Usar electrodomésticos energéticamente eficientes, mejorar la eficiencia energética del hogar y adoptar unos buenos hábitos como compartir coche o no desperdiciar agua son algunos de los patrones de comportamiento que se recomienda adoptar.
REUSAR
Una compra inteligente y medioambientalmente sostenible es adquirir productos que tengan la calidad suficiente para perdurar, que puedan repararse si es necesario y usarse durante un largo periodo de tiempo.
Cuando estos artículos ya no son necesarios pero están en buenas condiciones pueden donarse o venderse a personas que sí lo necesiten.
RECICLAR
Frente a reutilizar los productos, el reciclaje –transformar un producto para poder reutilizarlo- requiere a menudo emplear recursos energéticos y, en ocasiones, genera residuos. Sin embargo, este proceso tiene muchas más ventajas que inconvenientes ya que supone un ahorro de materias primas, energía y emisiones de gases contaminantes.
Existen muchos materiales que pueden ser reciclados: papel, cartón, vidrio, madera, etc. También la basura orgánica (como, por ejemplo, los restos de comida) se puede utilizar para producir compost o abono.
Algunas cifras que te harán reflexionar
Las estadísticas sobre la recogida y tratamiento de residuos publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), del Ministerio de Fomento y del Instituto de Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) muestran lo siguiente:
Sobre los residuos urbanos
- Anualmente se recogen unos 484,8 kilogramos de residuos urbanos por habitante.
- Del total de residuos urbanos recogidos, el 53,6% se destina a reciclado, el 39,6% al vertido y el 6,8% a la incineración.
Sobre la fabricación de productos
- Cada año, el sector industrial genera casi 43 millones de toneladas de residuos.
- El sector industrial* es el responsable del 31% de consumo de energía de nuestro país.
*Aunque tradicionalmente era el primer consumidor de energía, la puesta en marcha de medidas de ahorro, eficiencia y mejora de los procesos industriales, unido al aumento de la movilidad de personas y mercancías ha hecho que el transporte desbanque en consumo de energía a la industria. (FUENTE: IDAE)
Sobre el transporte de mercancías y de personas
- Desde el punto de vista ambiental, el transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (24,9% en 2011).
Estas cifras muestran el gran impacto energético y ambiental que tiene la continua producción de bienes en un planeta poblado por más de siete mil millones de personas.
¿Qué podemos hacer como individuos?
Seguir las recomendaciones de las 3 R (reducir, reutilizar, reciclar) ofrece diversos beneficios para el planeta ya que, teóricamente, al reducirse la demanda masiva de productos también se reduce el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Valora positivamente los productos locales
Además de en el proceso de fabricación, hay que tener en cuenta que el transporte a larga distancia de productos genera un importante consumo energético y de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. A la hora de comprar, hay que tener en cuenta que los bienes que ofrecen productores locales o regionales no han necesitado un transporte a larga distancia, por lo que su impacto ambiental en este sentido es menor.
Consume de manera responsable
Otro efecto importante es que reutilizando o no comprando de forma indiscriminada se generan menos residuos fruto, por ejemplo, del embalaje. Usar bolsas de tela reutilizables en lugar de las de plástico o primar productos a granel frente a otros de embalaje abultado evitan que los hogares se llenen de residuos que después deberán separar en los contenedores correspondientes.
Dona lo que no necesites
Reutilizando productos también se ayuda a las personas. Los objetos en buen estado que han dejado de ser útiles, pueden ser de gran ayuda para otras personas. Numerosas asociaciones trabajan para recoger juguetes, muebles, aparatos electrónicos, etc. para que sean reutilizados por otras personas que quizá no se los puedan permitir.
Exprime tu creatividad
Por último, el reciclaje también puede ser muy creativo. Existe una tendencia conocida como upciclyng que consiste en transformar materiales que normalmente se desecharían para convertirlos en objetos útiles. Fabricar bisutería con cápsulas de café, utilizar botes de cristal para almacenar pequeños objetos o usar botellas de plástico como maceteros son solo algunas de las sugerencias que pueden encontrarse en Internet para aprovechar objetos