Desde que ocurriera el desastre en la central de Japón, el cambio de perspectiva ha sido evidente, tanto a nivel de países como de empresas que trabajan en el sector energético. El hecho de poder ver de cerca la magnitud de este tipo de desastres, obliga a realizar un cambio de perspectiva pensando en el potencial de destrucción que tienen algunos tipos de energía, su impacto sobre el medio ambiente y el peligro de seguridad que puede suponer.
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En este sentido, la energía renovable tiene ventajas que palían estas consecuencias negativas. Ni riesgos para los ciudadanos, ni destrucción medioambiental. Y todo ello teniendo en cuenta que la ubicación de plantas solares en puntos estratégicos permitiría abastecer a toda la población mundial con este tipo de energía.
A nivel nacional, España goza de privilegios gracias a la cantidad de horas de sol de las que disfruta. Esto convierte al país en una poderosa herramienta generadora de energía solar, lo que ha hecho que cada vez más empresas apuesten por esta opción. Entre ellas se encuentra Remica, encargada de proyectar, realizar, mantener y gestionar sistemas de frío y calor; optimizando además los recursos tecnológicos y humanos para obtener el máximo rendimiento energético. Y todo ello sin perder de vista el planeta Tierra y su sostenibilidad.