Constituida en 1984, los servicios energéticos de Remica ha conseguido llegar hasta nuestros días gracias a un equipo humano sólido y unos procesos de trabajo eficientes, capaces de garantizar la seguridad y eficiencia en cada instalación, pero también el perfecto funcionamiento de estas.

Esta eficiencia, conseguida con su capital humano y sus procesos de trabajo, ha permitido el éxito de Remica gracias a la satisfacción de sus clientes.

En sus inicios se especializó en la instalación y mantenimiento de sistemas de calefacción, climatización y A.C.S. Ya desde ese momento su visión se acercaba a dirigirse hacia un objetivo social como empresa mentenedora. Fue en 1998 cuando la compañía decidió dar el salto al sector de los servicios energéticos; en aquel momento era una profesión joven, lo que facilitó que Remica se convirtiera en pionera en este tipo de servicio dentro de las fronteras españolas.

Con los retos que este cambio entraña, Remica se vio obligada a introducir innovaciones en su actividad, sobre todo relacionadas con la forma de realizar las instalaciones, siempre enfocándose al bienestar de las personas que las iban a utilizar. Así fue como poco a poco fue ofreciendo una mejora a través de procesos de mantenimiento preventivo actualizados, a la par que se adoptaban mejoras tecnológicas. Este tipo de servicio no existía en ese momento u ofrecía una atención lenta con escasa capacitación profesional.

La sede de Remica, en la calle Gamonal, 25 de Madrid, vivió los inicios de la transformación en empresa de servicios energéticos.  Circunstancias como la crisis del petróleo en España facilitó el cambio de punto de vista  de la sociedad para pensar en otras alternativas de eficiencia energética en el país.

El paso de los años ha colocado a  Remica en referente en varios sectores, entre ellos obra nueva, participando en importantes proyectos y dejando huella con la calidad de sus instalaciones. Pero no termina ahí su experiencia; la compañía ha participado también en proyectos ambiciosos como la modernización de centrales térmicas, puesta en marcha en los 80 como consecuencia de la aplicación de la IT.IC.26 en este tipo de instalaciones.

En los años 90, Remica ofrece servicios de transformación a gas de las salas de calderas y la sustitución de refrigerantes en los equipos de aire acondicionado.

Desde su nacimiento, el número de clientes de Remica ha ido aumentando sin pausa, permitiéndole conseguir una posición de liderazgo consolidado en los años 90. Pero esto no se consigue pensando en el presente y el pasado, sino en el futuro, anticipándose a las necesidades de sus clientes.

Para ello, Remica apuesta por la atención y diferenciación basada en la calidad. Buscar la eficiencia energética para reducir el consumo energético de sus clientes, gracias a unas instalaciones de calidad superior y una atención al cliente continua y permanente capaz de solventar cualquier mínima incidencia en un plazo breve y de forma eficiente.

Todo ello se realiza en un marco de apuesta por el desarrollo sostenible, el compromiso principal de la empresa.