¿Sabías que el sistema de agua caliente sanitaria (ACS) es, después de la calefacción, el segundo consumidor de energía de nuestros hogares? Se calcula que supone un 25% del consumo energético total.
¿Qué es un sistema de agua caliente sanitaria?
El sistema de agua caliente sanitaria produce el agua destinada al consumo humano. Es agua que ha sido calentada y que se utiliza para usos sanitarios como baños o duchas u otros usos de limpieza (fregado de platos, lavadora, etc.).
Desde el año 2006, las viviendas de nueva construcción de nuestro país deben instalar por normativa sistemas solares térmicos para generar ACS. Estos sistemas permiten aprovechar los rayos del Sol –una energía limpia y gratuita- para producir parte del agua caliente que demanda el edificio.
Recomendaciones para un sistema de agua caliente eficiente
Sacar el máximo partido del sistema de agua caliente del edificio es posible siguiendo estas recomendaciones extraídas de la Guía Práctica de la Energía editada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE):
- Los sistemas con acumulación de agua caliente son más eficaces que los sistemas de producción instantánea y sin acumulación.
- Es muy importante que los depósitos acumuladores y las tuberías de distribución de agua caliente estén bien aislados para evitar pérdidas térmicas.
- Racionaliza el consumo de agua y no dejes los grifos abiertos cuando no los necesites (por ejemplo, mientras friegas, te cepillas los dientes, etc.).
- Ten en cuenta que una ducha consume cuatro veces menos agua y energía que un baño.
- Los goteos y fugas de los grifos pueden suponer una pérdida de 100 litros de agua al mes, ¡evítalos!
- Emplea cabezales de ducha de bajo consumo. De ese modo disfrutarás de un aseo cómodo, gastando la mitad de agua y, por tanto, consumiendo menos energía.
- Coloca reductores de caudal (aireadores) en los grifos si es posible.
- Ahorra entre un 4 y un 6% de energía con los reguladores de temperatura con termostato.
- Una temperatura entre 30ºC y 35ºC es suficiente para sentirse cómodo en el aseo personal.¡Recuerda que por cada grado extra aumentarás el consumo de energía!
- Si todavía tienes grifos independientes para el agua fría y caliente, cámbialos por un único grifo de mezcla (monomando). Estos modelos evitan el derroche de agua.
- Los sistemas de doble pulsador o de descarga parcial para la cisterna del inodoro ahorran una gran cantidad de agua.
Tipos de sistemas de agua caliente sanitaria
Existen dos tipos principales de sistemas de agua caliente sanitaria:
Los sistemas instantáneos
Los sistemas de agua caliente instantáneos se caracterizan porque calientan el agua en el mismo momento en el que esta es demandada. Es el caso de los habituales calentadores de gas o eléctricos, o las calderas murales de calefacción y agua caliente (calderas mixtas).
Como hemos mencionado en el punto uno de las recomendaciones, estos sistemas tienen el inconveniente de que son menos eficientes ya que:
- Hasta que el agua alcanza la temperatura deseada en el punto de destino, se desperdicia una cantidad considerable de agua y energía, tanto más cuanto más alejada se encuentre la caldera de los puntos de consumo.
- Cada vez que demandamos agua caliente se pone en marcha la caldera. Estos continuos encendidos y apagados incrementan considerablemente el consumo, así como el deterioro del equipo.
- Generalmente presentan prestaciones muy limitadas para abastecer con agua caliente a dos puntos simultáneos.
Los sistemas de acumulación
Los sistemas de agua caliente de acumulación tienen la ventaja de ser más eficientes que los sistemas instantáneos. Se pueden subdividir en dos tipos:
- Equipo que calienta el agua (por ejemplo una caldera o una bomba de calor) más un termo acumulador.
- Termo acumuladores de resistencia eléctrica. Estos sistemas son poco recomendables desde el punto de vista energético y de costes. Cuando la temperatura del agua contenida en el termo baja de una determinada temperatura suele entrar en funcionamiento una resistencia auxiliar. Por ello, es importante que el termo, además de estar bien aislado, se conecte solamente cuando realmente sea necesario, mediante un reloj programador.
Evolución de las instalaciones de agua caliente sanitaria
Actualmente, la gran mayoría de los edificios residenciales cuentan con un sistema de agua caliente sanitaria, ya que el ACS se ha convertido en un elemento de confort indispensable para las personas.
Las instalaciones de agua caliente sanitaria se han popularizado, principalmente, gracias a la evolución de la ingeniería hidráulica, cuyos avances posibilitaron que los sistemas de ACS se convirtieran en un elemento al alcance de la mayoría de la población:
- El desarrollo de la industria electrónica permitió la evolución de técnicas de regulación automática capaces de garantizar una distribución de agua adecuada a las necesidades de confort de cada usuario.
- La evolución de los distintos sistemas de aislamiento, intercambiadores, etc., ha permitido la fabricación de sistemas con mayor rendimiento.
- Las fuentes alternativas de energía, por ejemplo la energía solar, son cada vez más utilizadas, permitiendo la obtención de un agua caliente de calidad con menor impacto en el medio ambiente y un considerable ahorro energético.
Para asegurarse de que la instalación de agua caliente sanitaria funciona adecuadamente, un buen mantenimiento es fundamental.
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